domingo, 19 de septiembre de 2010

Mi vida

Este es el prólogo de una historia real, con los comentarios y recuerdos
de situaciones vividas que marcaron un antes y un después. Tal vez  se me pasaron
cosas porque es lógico no recordarlo todo, pero si casi todos los hechos que me sucedieron y de lo cual tuve ganas de dejar, guardado en este pequeño pero afectuoso libro. Con mucho amor, está dedicada a Mis Padres, a mis dos hijos Pablo y Sebastián, a mi hija Florencia, a Norma mi actual señora, a mi hermana Mabel, a mi cuñado Oscar.
Mis sobrinas, Soledad y Jimena con sus respectivas  familias, a mis cuñados a todos mis otros sobrinos, que en realidad son un montón.

A gente muy especial, como mi prima Ana María y Juan Carlos, siempre están a mi lado
lo mismo sus hijos, cuando nos encontramos lo pasamos relindo, siempre hay una guitarra.
Cuando nació Florencia, fueron los primeros en estar junto a nosotros y esa actitud de afecto
sincero y sin nada a cambio, quedará por siempre en nuestros corazones.

También a Laura a Fernando y a muchos tantos más que se acuerden bien de mí, como tíos que tanto quiero y llevo en mi alma igual que algunos primos ,día a día están en mi corazón, porque hay cosas muy lindas para recordar, siempre con mucho afecto y que no se deben olvidar. En mi recuerdo está siempre lo mejor y deseando lo mejor para todos, con prosperidad buena salud y mucho amor…
Tengo ahijados que llevo siempre en mi corazón, también para ellos esta dedicación:
Andrea, Sole (Uruguay), Soledad, Mariano, Angi, Luciana, todo mi cariño.

A mis dos grandes amigos de siempre: José Luís y el Rulo

Bueno, trataré de ser lo más claro posible y que mi relato sea un tanto divertido.

Serían apenas poco más de cinco años, que mi mente recuerda, veo a mi tío un
primo de madre, para mí era mi tío, el chungo Pacheco, gran tipo y caminaba
con un pez, llamado , Surubí ,venía por medio de la calle y dicen que ese pez
un cachorro ,llegó a pesar 35 Kg. y esa calle por donde venía, a una cuadra nomás
estaba la cancha de mi Independiente.

Pero de mi pueblo natal en Juan L.Lacaze, dpto de Colonia, Uruguay, donde pegadito
nomás estaba la estación del ferrocarril, con sus casitas de chapa tan lindas por cierto.
Hoy no existe esa estación, porque una fábrica de papel (FANAPEL) compró esos espacios
para ampliar dicha fábrica, cerquita de ahí están las playas aún lindas y del otro lado,
el puerto de mi ciudad, llamado Puerto Sauce ,por la gran cantidad de sauces que allí
existían. No se cuanto tiempo pasó, pero nos mudamos, un poco afuera del centro, es decir
a no más de dos Km. en un barrio llamado “villa pancha”,donde ahí crecí ,fui a la escuela
Nmro. 100, donde veo hoy que aquello fue fantástico, con acierto y con errores, porque quién
no se equivoca…

Fui siempre un buen alumno, no el mejor claro está, pero estaba siempre ahí.
Mi madre: María Julia, era y es muy exigente, con un buen diálogo, muy querida por todos,
a pesar de que fue hasta segundo grado, sabía y entendía a su manera muchas cosas,
con aciertos y con errores. Mi padre: Ángel Mario, en cambio pudo completar la primaria,
fueron muy sufridos los dos, mi madre al nacer, el personaje que tenía por padre, o sea mi abuelo materno, la abandonó al nacer, porque según el no fue varón, para llevarlo a las
carreras de caballos, o los burros como se dice generalmente.

Dicen que el tenía en la ciudad de Carmelo, algunos caballos, mi pobre abuela, Rafaela, se la banco, como pudo, en esa época los parientes eran muy unidos y afectivamente había mucha ayuda, ella no pudo ir a la escuela, fue ama de casa, buena madre, lavaba ropa a mano para clientes y además  una buena abuela. Por parte de mi padre, el perdió a su papá, mi abuelo: Ángel Mario, muy joven52 años, era pintor de cuadros, sastre y un buen músico, a mi abuela Rosa Blanca si que la conocí, divina, belleza de persona, fue una enfermera muy buena en el hospital del pueblo llamado sala de auxilios, con muchos adelantos.

Recuerdo cuando, más de una vez me salvó con el churrasco a la plancha, porque yo no quería comer algún guiso medio raro, que hoy claro está me encanta todo, o casi todo y descubrí con el tiempo un gran atractivo por la cocina.


Me gusta mucho cocinar y me siento muy bien y cuando lo hago, es un placer… y que extraña coincidencia, después de muchos años, en mi presente, tengo una Rosa Blanca en mi jardín. Mi abuela tuvo la característica de ser muy compinche, con todos, me quería mucho le encantaba chusmear, sanamente claro, guardo de ella los mejores y gratos recuerdos.

De mi padre tengo buenos momentos vividos, era y es un hombre de carácter alegre y jovial
inteligente, aunque en algo a mi no me supo entender, porque yo venía con aires renovados
y entonces Ángel Mario, me educó como creyó que era lo mejor, le doy gracias claro, porque fue muy importante todo lo que por mi hizo. Hoy en la actualidad sigue siendo un gran zapatero. Siempre viví épocas difíciles, mi madre María Julia, también hizo, todo lo que mejor pudo, en la tarea de educar, no es fácil, lo mismo sentirá mi hermana: Lourdes Mabel, un poco menor, que la tarea de ser padres es una materia que nunca se termina de aprender. Mi primer regalo, fue una pelota Nmro.5 de fútbol color marrón, era muy chuiquito y mucho no recuerdo, si me acuerdo de mi primera bicicleta, arreglada y pintada por mi padre, que alegría!! Tendría  apenas 7 años, fue algo muy importante e inolvidable.

Luego llegó mi primer día de clases, qué momento! La  escuela, algo tan importante y necesario  para todos, cuantos chicos! todos de guardapolvo blanco impecable y un moño azul, muy elegante. Y bueno, que se puede decir de esos días mágicos, el comienzo de algo nuevo en mi vida, marcaría un cambio fundamental. Mi primera señorita, se llamaba Mirtila, bravísima, pero buena en lo de enseñar, también supo equivocarse, recuerdo una falla de ella para mi entender, en aquellos comienzos, en ese primer grado, se sentaba a mi lado una nena, que no recuerdo su nombre, y en un momento determinado, me dice: no me rayas con tu lápiz el Guardapolvo? o túnica como le llamábamos y yo claro, con el alma de travieso y chistoso se lo rayé todo, que hizo la nena? se levantó y le contó a la seño, por supuesto no me creyó, en la versión que tenía para defenderme, primer error de Mirtila y también de mis padres que tampoco me creyeron. Tuve una penitencia, carpir con la azada el fondo de mi casa, que a la vuelta, cerquito nomás. Y lamentablemente, esas pequeñas cositas te marcan para siempre y más cuando se es tan sensible y en algún lugar de tu memoria, quedan guardados.

Ese primer año, lo pasé con buenas notas, hasta me eligieron para bailar en algún acto de fiesta patria, porque antes y más en ese lugar no se corrían las fiestas patrias, se respetaban mucho los principios, una norma educativa de las instituciones, mi compañera de baile a la cual me asignaron, se llamaba Reina, también compañera de mi aula, el baile que nos tocó
fue : el cuando, una linda danza, seguramente yo lo hacía bien, porque siempre me elegían.
En esa escuela, la Nmro.100, había hasta cuarto grado, luego los egresados iban al centro del pueblo a terminar quinto y sexto grado, para luego ingresar al liceo o sea el secundario, cursar cuatro  años, luego dos de bachiller y de ahí poder ingresar a la facultad. Pero tuve la suerte de que cuando empecé el cuarto grado, se construyó entre todos los padres y alumnos (que en algo colaboramos) la ampliación de la escuela, para poder hacer quinto y sexto grado ahí, que alegría, porque no tenía que ir hasta el centro, si bien era cerca no dejaba de ser un garrón.

En segundo grado, me fue muy bien, la señorita se llamaba Bina, un poco tímida y no de gran  carácter, también ese año tuve que bailar en las fiestas patrias, me tocó turno tarde, igual que en primero, pasé con buenas notas. Tuve que faltar algunos días, porque a mitad de año, me operaron de la garganta, en la capital, o sea en mi Montevideo querido, me fue bien, aunque me asusté mucho y claro quien no, verdad? frente a cualquier circunstancia así no es lindo eso si, tomé tantos ricos helados, que lo pasé re joya.

En tercer grado, me tocó a la mañana, que frío! en invierno claro, la señorita de ese grado
se llamaba Raquel, fue la mejor maestra que tuve, inteligente, hábil, paciente, un gran carisma lo que se dice una verdadera segunda madre. Fue  un grado difícil, pero no obstante lo pasé con buenas notas, no fui abanderado por ser muy conversador en clase, cada tanto me llamaban la atención, creo que ahí empecé a tomar conciencia, de los compañeros, como  son, sus cualidades, que es el ser compañero, casi un amigo o amiga. La mayoría teníamos sobrenombre, algo muy típico de pueblo y más en ese tan lindo lugar, voy a nombrar algunos de esos nombres, por ejemplo: el tata- el huevito-la pepa- (un gran jugador de fútbol) el chuequito- el sapo- el gorila- el chito- el matrero- en cambio a mi me decían, el Mario o marito, mas que nada familiares y amigos.

Así empecé cuarto grado y me volvió a tocar la seño. Mirtila, bravísima, además era la
Directora, me fue muy bien,  pasé con buenas notas, me sentaba en el banco de clases con
el sapo, que tenía un puño bien grande!,si lo conocería mi pobre brazo!..En horas de recreo
le hacíamos de todo y luego en el aula se vengaba y yo me la bancaba, todo bien, mi madre que le decían: chichita, me preparaba pan con miel para la merienda y la pepa, mi amigo, me miraba…el no tenía, siempre compartí un poco de lo mió, aprendí a no ser egoísta a sentir el sentimiento solidario, sin importar el color de piel, ni de donde era.

Luego llegó una gran quermés y mi padre que le decían el gordo, porque era un poco robusto se encargaba de algunos juegos, como miembro de la cooperadora, con su gran talento  y sano humor se encargaba del juego del Cuy, o conejillo de la india, el juego consistía en hacer un circulo con varias cajas de zapatos, cada caja tenía un número y bueno, el vendía el número, luego soltaba al cuy y por lógica buscaba un huequito donde meterse y ganaba aquel donde se metía el Cuy, que coincidía con su número, el premio eran donaciones, algo muy sano y divertido.

En ese año, tuve la mejor nota sobre una composición y me tocó leerla en la plaza principal del centro de la ciudad,  estaban todas las escuelas, una fiesta patria muy linda y emotiva
.y me tocó, pasar al frente en representación de mi escuela número.100, a leer mi composición todo iba bien, hasta que algo se me metió en el ojo izquierdo, interrumpió mi lectura y un poco empañó mi actuación, todo terminó con un gran aplauso, me sentía un tanto incómodo porque todavía tenía que usar, pantalón corto, no me gustaba para nada pero era así…

Cabe destacar, que mi casa estaba enfrente a un predio grande, lleno de verde y que hoy
es una plaza pública, llamada plaza de la paz, como si alguna fuerza extraña de la vida,
le pusiera ese nombre tan maravilloso, en conmemoración a algo, que tanto pregoné,
La Paz y el Amor y que a demás, era mi cancha de fútbol, o sea la canchita de  todos los
chicos o botijas del barrio. Justo en el medio había un callecita que dividía, la canchita
nuestra y  del otro lado, la de los grandes,¡que partidos!!fenomenales de mucha garra
con un gran temperamento y goles exquisitos, vi y compartí, momentos increíbles con
grandes jugadores, que en un futuro no muy lejano, algunos lo pudieron lograr.

Cuando empecé quinto grado, lo pasé muy bien, siempre un tanto destacado, aunque
Matemáticas me costaba un poco, pero debo reconocer que por vago nomás, es decir, no
me gustaba y tuve la suerte, de que la seño, volvió a ser mi mejor maestra: Raquel, su energía positiva y su gran esmero hacia todo y a todos, se hacía más llevadero, quinto grado no es fácil, había que meterle, pudimos entender más cosas de la vida. Cuando llegaban las vacaciones, que cosa más hermosa, poder viajar a Montevideo, nada más y nada menos, nos llevaba un camionero de la fábrica, donde trabajaba mi  padre, de buena onda, un chofer remacanudo, que le decían “la nutria” muy copado.

Llegábamos a la casa de mi tío Polo y tía Maruja, dos personas increíblemente buenas y maravillosas en un todo, mi prima Nora, más grande que yo, me llevaba a todos lados, gracias a ella conocí el estadio centenario, hoy patrimonio de la humanidad, por haberse jugado el primer mundial de fútbol, allá por el año 1930, donde la final, la jugaron nada menos que, Uruguay y Argentina, que ganó mi paisito por 4 a 2 y se consagró el primer campeón mundial para quedar en la historia. No somos mejores ni peores que nadie, pero hay una calidez en su gente muy especial…

Si vivo en Argentina y decidí radicarme acá, es porque no encontré ninguna diferencia, solamente, lo grande que es este País y las oportunidades que te brinda, además tengo tres hijos, dos varones, Pablo y Sebastián, con mi primer matrimonio que se desgastó. Luego la vida, me brindó una nueva oportunidad, con mi señora actual Norma Haydee, una gran mujer, excelente persona y de nuestra unión, nació, Florencia Gabriela, una princesita, lo único que bueno, me salió hincha  de Boca, igual que su mamá, yo de Independiente y que  por suerte, no hay fanatismo y congeniamos, reconozco ser muy futbolero, lo llevo en mis entrañas  y lo demuestro cada vez que juego, me hace mucho bien y me divierte.

Volviendo a mi escuela, empecé el sexto grado y todo bien, los mismos compañeros, la misma aula del primer grado y la misma maestra: Mirtila y directora, con su carácter horrible, tiraba de la oreja a quien hiciera algo incorrecto, quizás estaba bien, porque esa generación de gente somos hoy, todos gente de bien, respetuosos, finamente educados, nos enseñaron eso, el respeto hacia los demás, por sobre todas las cosas, claro, puede haber alguien, que haya salido un poco torcido, eso es una norma de la vida, pero en mi caso, si bien fui conversador, siempre mis principios fueron buenos. Mi madre hacía un postre, llamado morcilla de chocolate, una exquisitez sin igual, no tuve la mejor idea, que llevarle a la seño Mirtila una porción para que  pruebe y como no podía  ser de otra manera le encantó.

Lo hice para minimizar un poco sus retos hacia mi persona, así lo entendí en ese momento, pero me tuve que bancar, alguna que otra cargada, la señorita, como toda gordita, me pidió que para tal fecha, cercana a fin de año, le volviera a llevar, en lo posible una porción mas grande, si sí, le contesté, pero cuando llegó ese día, casi el final de las clases, que casi todos pasamos y empezábamos el liceo o el secundario, no le llevé dicho postre, no quise porque ella seguía siendo  muy asquerosa, muy severa.

Ese año me tocaba ser abanderado con otra chica, Blanca, una vecina rebuena, además un bocho en matemáticas y la seño Mirtila, como no le llevé el postre, me bajó un poco las notas, no fui abanderado, según ella por conversar mas de lo debido en clase, lo reconozco, algo de razón tenía, pero no era para tanto, el motivo para mi entender era ese otro gran detalle es más, no me despidió de la mejor manera, muy a su modo, secota y asquerosa, a pesar de mis 12 años, entendía bien las cosas. Pero lo mío en particular, era llegar a casa, tomar la merienda,  o comer naranjas, porque en casa había árboles que nos brindaban esa exquisitez en gran cantidad, luego ponerme alpargatas, (no tuve zapatillas, o championes, como se llamaban allá) cruzaba la calle y a jugar a la pelota, que partidos tan lindos, que buen fútbol con alegría, con garra charrúa, pero con mucha lealtad deportiva.

Nuestra pelota, en los comienzos, era de goma, un  lujo, era lo que había y por coincidencia de     la vida, yo el dueño, medio que manejaba un poco la batuta, con algunos, no con todo, me gustaba jugar de arquero, quizás algo que heredé de mi abuelo, de mi padre, también mi tío Nelson Gougeón, fue un gran arquero o golero, como le llamábamos allá. En lo personal, jugando en ese puesto no me iba mal, pero reconozco que tenía un poco de miedo, al pelotazo en la cara, cosas que pasan, por suerte, siempre me cubrí bien, también llegué a jugar de número 8, porque le pegaba bien a la pelota, le ponía un toque distinto, observaba mucho a los que lo hacían muy bien, es decir, con un  gran sentido deportivo.
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Hacíamos campeonatos de cabeza, nos divertíamos mucho y es ahí donde uno aprende a cabecear, me la rebuscaba bastante bien, luego participé un poco en el campeonato de
Baby fútbol, jugué en un equipo chico, no me destaqué lo suficiente, fui mucho de suplente
y conocí los primeros botines, con tapones chicos y de goma una joya, lo más destacado, es que  mi equipo clasificó  dentro de los cuatro primeros, en un total de 12 equipos. Se jugaba la final y una vez más, entre Escuela industrial e Independiente, dos equipos fenomenales, de mucho talento y gran exquisitez futbolística, el partido previo, lo jugaba mi equipo que se llamaba “Ancap” contra otro equipo bastante bueno, llamado “Los Vianas”, se disputaba el tercer puesto.

Y aquí lo destacado, juego adelante por desición del técnico y de nmero 8, me sentía con muchas ganas ese día, empatábamos 1 a 1 y casi sobre la hora, un pase de mi primo Carlitos Gougeón, en diagonal y en profundidad, la paro con la  zurda  y de derecha la coloco contra un palo, inatajable para el arquero, que alegría terminar 2 a 1! y quedamos colocados en el tercer puesto, luego no jugué mas, porque estaba en el límite de edad permitido para tal competencia, fue una linda experiencia e inolvidable.

Peñarol y Nacional, eran lo mas, como incha  de Nacional, me veía reflejado en algunas de aquellas figuras tan importantes, para el   fútbol uruguayo, siempre nombraba a (cococho)  Álvarez, un jugador exquisito marcador de  punta por el lado izquierdo, moreno de raza, un grande… también me veía, como el mejor arquero que pude ver, atajar en una cancha, Ladislao  Mazurquiewiz, arquero de Peñarol era la única contra, pero el fue un gran referente, reconozco, que Peñarol es pueblo, lo decía mi tío Polo y mi prima Nora, también su hermano Luís, un gran tipo, aprendí muchas cosas con el.

Así fue como de a poco, llegó el comienzo de mi primer año en el liceo, me iba en bici hasta el centro, no era muy lejos, pero a la vuelta había que subir un gran repecho, que costaba mucho y mas cuando había alguna tormenta, era bravo…debo reconocer que lo hacía todo mas atrapante.

No me fue tan bien ese año, por un injusto incidente que tuve durante el curso, algo realmente  increíble, solamente me llevaba 2 materias, a Diciembre, matemáticas e historia, tuve buenos compañeros, pero un día de esos, en una hora libre, quedamos los de primero C y los de cuarto año, que eran mas grandes, en el mismo patio, el día anterior, los profesores habían tenido un brindis, el clásico de fin de año, con alguna picadita y se notó que a través de la ventana, de un aula libre, que habían sobrado algunas bebidas, cervezas, cidras etc.

Coincidentemente, estaba yo recostado con dos de mis compañeros, en una de las puertas, que daba a esa aula y no se como, la puerta se abrió, quedando todo lo que allí había, a merced de algunos pícaros, no sé quién, le comentó a mi prima, Analía Gougeón que también estaba en esa hora libre, pero de cuarto año, que su primo Mario, había abierto esa puerta, nada que ver, una gran mentira, algunos tomaron de más, hubo algunas chicas que se descompusieron, corrían al baño a devolver todo, con mis compañeros fuimos a ver quienes eran las chicas y mis dos amigos haciéndome una broma, me empujaban para el baño y obviamente mas de la puerta no me pudieron empujar, porque me resistí con todas mis fuerzas, aun así no parábamos de reír. Pero, mientras forcejeábamos, apareció una profesora nada más y nada menos, que mi ex señorita Mirtila, como siempre muy severa, tan solo dijo: ¡los tres a la dirección!, sin chistar, que momento desagradable, la directora no nos creyó nada, ni siquiera vi, a alguna chica devolviendo, sanción disciplinaria y llevarnos todas las materias a Diciembre. Una nota a mis padres por inconducta, que tampoco creyeron mi verdad, fue muy duro para mí, pero todo pasó…

Al año siguiente, casi a mitad de año, dejé el liceo y me pasé a la U.T.U. una escuela técnica, Universidad del trabajo del Uruguay, un anexo que se fundaba, justamente en un galpón,, donde era la estación del ferrocarril, al lado de la fábrica de papel, ese año se perdió, aprendí muchas cosas de mecánica, de herramientas, de ciencias naturales, de dibujo, fui un buen alumno, siempre lo pasé con buenas notas.
También en ese año, cuando apenas tenía 13 años, empecé a trabajar en una bicicletería, la
del tano Yacomino, estudiaba por la mañana y a la tarde estaba conectado, con algo muy lindo, como es reparar bicicletas, claro, que mi trabajo al principio era lo mas feo, lavar piezas  desarmar, lijar y bueno, todo eso me dejo una gran enseñanza, además estaba relacionado con lo que estaba estudiando, que era técnico electromecánico, conectado en este caso con las herramientas.

Terminé muy bien el curso, era el primero de cuatro años, fue en realidad, lo que hoy se llama escuela técnica, donde se sale, con una linda formación, por supuesto que lo ideal, es continuar en la facultad, pero en mi caso particular no pude, siempre recuerdo, en mi canchita, a mis amigos, tan especiales, por ejemplo: el picheta, el Darry, Rudy, Rody, el tripa, la abeja Bejar, el ricardito, un gran amigo de infancia, juntamente con José Luís, que fue mi mejor amigo, el pococho, medio pariente, el negro Berois, el ratón Delgado, el chumbeao Figueiras, entre otros tantos amigos de buena onda. Llegó la adolescencia y con ella grandes cambios, 17 años, algo pintón, coqueto, empecé a ir a los bailes, que se hacían en el club del pueblo CYSSA, un lugar fantástico,  también en el gremio textil, un lugar muy copado, donde aprendí a bailar suelto, con música de Creedence, tocada tipo cover, por alguna banda o conjunto local, o de otra ciudad vecina y que eran realmente buenas, creo que marcó una época, es decir, un antes y un después, mi primera novia, algo intrascendente, pero como todas las cosas, no dejaba en su momento, de ser algo importante.

Tengo muy presente, aquellos bailes relindos, donde pasaron conjuntos muy buenos, vi a pocos metros, nada más y nada menos, que a Tótem, la banda del negro Rubén Rada, impresionante un grosso mal, el con todo su grupo, entre ellos el baterista, Hugo Patoruzzo, ex Cheakers, una banda al mejor estilo Beatles. También vi, muy  de cerca de Kano y Los Buldog, excelente cada uno dejó, entre otros tantos grupos importantes, un muy lindo recuerdo. Cuando apenas   terminé la escuela técnica, a los pocos, tuve una práctica en la fábrica de papel, fue una hermosa experiencia, muchas ilusiones navegaban por mi mente, duró 15 días, porque era una changuita especial, me fue re bien, al poco tiempo, me proponen viajar a un departamento llamado 33, en homenaje a los 33 orientales, los grandes patriotas del río de la plata…

En ese lugar, había y hay una arrocera, donde su presidente, era el mismo,  que el de la fábrica de papel. Fuimos tres compañeros egresados con buenas notas, con viaje pago, estadía, mas un pequeño sueldo, una experiencia maravillosa, que duró tres meses, compartir una habitación  con techo de juncos, pero de lujo, esos que se usan en los country es. La tarea que nos tocó hacer, fue la de reparar con chapa de zinc de 1mm de espesor, las aberturas que se producían en unos pequeños vagones de trocha angosta, que transportaban el arroz y que se metían en las plantaciones, lógicamente eran muchas y el trabajo también era mucho, teníamos, cada uno,  martillo, pinza y clavos, con su respectiva caja, la vía de ese trencito, se metía por todos los pantanos donde se cosechaba el arroz, unas cosechadoras de alta tecnología, marca Jhonn Der, lo hacían todo realmente interesante.

Con mi guitarra, pasamos lindos momentos, coseché muchos amigos, lo malo de aquella    experiencia, fue comprobar, que había lugares en mi paisito, muy pobres y tan desolados,  desamparados y con bastante ignorancia en su gente, lamentable, eso si, la gente era muy buena y sencilla, con mucho miedo y sagrada la palabra “patrón”… Este lugar estaba
ubicado casi en la frontera con Brasil y una ciudad del otro lado llamada Pelotas, tal vez
hoy las cosas por ahí, estén mejor, los nuevos gobiernos así lo indican, no volví nunca mas
a ese lugar, vinieron épocas muy duras y todo se hacía muy difícil, para la mayoría de la  juventud, creo que es algo a nivel mundial. A pesar de todo, cuando regresé de aquella
arrocera, vine con muchas energías positivas y fue así, que con algunos de mis amigos, me
propusieron formar un conjunto de música, donde actuar en algunos lugares y cobrar algo
por dicha actuación, me pude comprar una guitarra eléctrica, marca Black Diamont, algo
de medio pelo, pero que sonaba bastante bien.

Compuse algunos temas, que no los pude desarrollar a nivel comercial, no pude o no supe, son temas que para mi, de alguna manera significaron, algo de mucha importancia, nuestro debut, de mi banda estilo Beatles y con mucho toque romántico, fue en un cumpleaños de 15, justamente en la cede  del gremio textil el nombre de mi banda lo elegí yo, en conmemoración a George  Harrison, un temazo, de los Beatles,  Shometing,( algo) Samsing en la forma de pronunciar, cosas de un pibe de 18 años, pasé toda esa experiencia musical, sin pena ni gloria, porque no contábamos, con un sonido relativamente bueno, lo nuestro era algo muy básico, pero bueno, lo intentamos y tuvo su lado lindo, algo en nuestro recuerdo…Volviendo un poco atrás, tuve una gran anécdota, en aquella arrocera, habíamos formado un trío de música onda rock, para tocar en el club de ese lugar, con mi amigo “el rubito” por ahí, pintaba la cumbia y los pasos dobles, supimos que era una parada muy difícil, igual lo intentamos, subimos al escenario y en el cuarto tema, nos bajó el presidente del club, me mira seriamente y me dice: “por favor, dejen lugar a la orquesta” que papelón!! un bochorno, con todo respeto así lo hicimos y cuando nos juntamos, con el tiempo con mi otro gran amigo, Jorge Sanchez,”el osito”nos reíamos hasta mas no poder…


Todo parece haber transcurrido, muy rápido y no cuento todo, porque es evidente, que tenemos algún grado de olvido, pero si enumero, lo que creo fue muy importante. Cuando aprendí guitarra, tenía 13 años, estudié un año, me enseñó mi abuelo político, don Francisco Martinatto, que estaba casado con mi abuela Rosa Blanca, era un tano argentino de carácter dominante, un gran violinista, buen guitarrista y director de orquesta típica, o sea de tango, con Canaro, tenía 84 años cuando me empezó a enseñar, iba día por medio, pero su salud se complicó y al año siguiente se fue de este mundo. Me sirvió de mucho lo que el me enseñó, lo básico, pero elemental, en esos 14 años de mi vida, me encantaba ir al campo, a pescar al arroyo, a cazar, siempre con mi perro “pipirilo” el pipi, como le decíamos, lo trajo mi padre, cuando tenía yo 7 años, era muy travieso y buen guardián, cuando íbamos con algún amigo, por ejemplo el Rudy, o su hermano Freddy, alias el tripa, a lo prohibido, lo llamábamos así porque el cartel en la tranquera, decía: “no pasar”, nosotros igual pasábamos.

Lo que pasó, fue que en el  secundario, el último año, tuvimos que entregar una colección de algo, relacionado con la  materia ciencias naturales, tuve la ocurrencia de coleccionar huevos de pájaros y de algunas  aves, lo conservo todavía, (en parte) encima de un ropero, en la casa de mis padres, junté hasta 65 clases de variedades, no gané el primer premio, pero fue uno de los 4 mejores, una caja grande, donde le hice muchas divisiones, para cada uno de los huevos, en la parte superior de dicha división, un Numero y en una hoja al costado, los nombres de cada uno es decir, de cada pájaro o ave. No están todos, porque por accidente, un día, mi hijo mayor Pablo Gabriel, con apenas 3 años, le mostré los huevitos que estaban impecables, los miró y fue tan grande su sorpresa, que le pegó un fuerte golpe, justo en el medio y volaron por el aire, salvé muchos, pero otros no…cosa de chiquitos. Entonces, volviendo a mis andadas, lo que viví, con mi perro, fue realmente de dos buenos amigos fieles, en todo momento, le faltaba  hablar, el me ayudó mucho a encontrar algunos de esos huevos, por supuesto ya no lo hacía para mi materia en el secundario.

Así, fui enriqueciendo mi colección, en cada primavera, donde hacen nido los pájaros y ponen huevitos, no fue nada sencillo, porque me tocaron lugares muy difíciles, llenos de espinas, árboles muy entrelazados, solo sacaba un huevito sin lastimar el nido y siempre y cuando no estuviera clueco, para ello lo miraba a través del sol, con una aguja, lo pinchaba en ambos polos, soplaba y salía su contenido quedando, la cáscara tal cual un huevo, pero limpio por dentro. Creo que uno de los más emocionantes, fue encontrar el de perdiz, es igual a un bombón de chocolate y ponen como 6 unidades, el otro mágico, destacado, fue el de colibrí o picaflor, no podía sujetarlo, tan pequeñito y frágil, una verdadera maravilla, me quedé con ese nidito, una ves que nació el otro pichón y voló junto a sus padres, a otro lugar, o al mismo, pero siempre construyen un nido nuevo, cada año.

Siempre tengo en mi mente, recuerdos de mi Montevideo tan querido, cerquito y tan lejano,
a pesar de que es por aquí nomás, pero no me es cómodo, para viajar, tiene mucha magia,
lindos recuerdos, muchas de mis vacaciones, fueron pasarlo justamente, en esa tan bella
ciudad y en lo de mi tía Maruja, la mamá de Nora y Luís, una tía remacanuda, rebuena,
hermana de mi madre.

Mis primeros jeans, me los regaló mi prima Nora, ¡que alegría! tenía 14 años, que felicidad poder recorrer la ciudad con pantalones largos, mi tío Polo el padre de Nora y Luís, me llevaba a comer unas ricas porciones de pizza con fainá, en esos bares tan increíbles, con olor a ciudad pequeña, histórica, muy grande y rica en sus cosas mas profundas, que solo lo entiende aquel, o aquellas personas con sentimientos nobles, por suerte, acá donde vivo, mi otra patria, muchos piensan como yo, también hay gente con buenos sentimientos y nobles, gracias a Dios, será porque me identifico de esa manera. Mi tío Polo, había comprado una casita, en un balneario, dentro de mi paisito, llamado Parque del Plata, en la ruta ínter balnearia  kmtro 41 y medio, en dirección a Piriápolis, cuantas lindas  vacaciones pasé en ese lugar…pero todo transcurría muy lentamente y mi vida tomaba ciertos cambios, con ideas de crecer, idealizaba con viajar, con un mundo de Paz y de Amor, mi gran logo, mi frase preferida, si bien trabajaba en una bicicletería, era poco lo que ganaba y no me alcanzaba para mis proyectos…

Creo firmemente, que en esa época uno tiene ideas, de querer cambiar todo lo que está mal, al menos yo, lo entendía así y también muchos de mis amigos mas allegados, coincidían en mis  pensamientos. Hoy a la distancia, en apenas algunos años, veo que cometí muchos errores, supe manejar, algunas situaciones, no me animé, quizás me faltó coraje, o sabiduría para entender dicha situación. Tener novia  y sentirme respetado era todo un logro.

¡Buen chico!, decían los adultos, fue la imagen que siempre dejé, algo natural de mi condición de ser y que por supuesto me lo enseñaron mis padres y la escuela, hoy justamente estoy escribiendo, esta página y mis padres cumplen años de matrimonio, estoy lejos y estoy cerca, aquí en mi corazón y con mi familia actual, estamos juntos a ellos, tardé muchos años en llegar a sus vidas, porque mi madre no quedaba embarazada, pero un día 22 de julio, llegué                        a la vida terrenal, gracias a ellos por todo lo que me dieron y que luego lo apliqué en mi diario vivir.

Con apenas 18 años, mi conjunto, se presentó a actuar en la plaza de deportes, donde hoy
está casi abandonada por circunstancias de la vida, esa noche ocurrió algo para mi inolvidable, tocábamos con una banda muy grosa.”Los Charmers”, que además nos prestaron sus equipos y la batería, sonamos bien, pero mi baterista se enojó conmigo, porque cambié el orden de los temas y nos plantó, es decir, se levantó del lugar en la batería y se fue, pero me insultó bien, me dijo que yo me quería hacer el George Harrison y un flaco que andaba por ahí: (el flaco Imperial),  subió en su lugar, que nos salvó porque lo hizo muy bien, con un gran oído y talento. Así fueron las cosas, muchos momentos lindos, que marcaron una época…

También con mi primo, Miguel Ángel, teníamos un dúo y nos fue muy bien, pero claro, solo
tocábamos en casas de amigos, los sábados a la noche, fue algo muy especial, porque media
hora se pasaba música actual de la época, Creedence, Beatles algo nacional bueno, algo lento, como Julio Iglesias, Roberto Carlos, temas argentinos de Sandro, Lito Nebia, entre tantos buenos y nosotros lo hacíamos a capela, la otra media hora restante, después de tomar y picar algo, le llamábamos a esa reunión:
“asaltos” muy copado, redivertido, los muchachos, llevábamos las bebidas, gaseosas claro está y las chicas, algo para comer, resano, que gratos  recuerdos, pero el tiempo pasa, crecemos y nos olvidamos,( algunos) con decir, que esa gran amistad, de adolescente que tuve con mi primo, integrante del dúo, que además de cantar bien tocaba el pandeiro y que junto, a mi guitarra y mi humilde voz, nos rebuscábamos y muy bien, (decían todos), no nos volvimos a ver, después de un tiempo, por muchos años, pasa por la casa de mis padres y hace como que no ve, no llega a preguntar como andan sus tíos, mi madre es la madrina, el sabrá, nunca nos peleamos, quizás el desarraigo trae, todas estas cosas, o me faltó desición para yo preguntarle por qué, su actitud, invitarlo a tomar un café, o una rica cerveza Pilsen, que se yo, tal vez, pronto se nos de, de hecho estoy seguro que si lo veo, lo encaro  hasta fundirme en un fuerte abrazo fraternal…

Tener novia en esa época y que además, tenía yo una  propuesta laboral en la Argentina, no fue fácil, me creé muchas expectativas, frente a ese gran proyecto, me identificaba mucho con el programa de canal 9, domingos para la juventud,   donde lo conducía, Silvio Zoldán (un capo), mi mente viajaba a ese lugar, que era Buenos Aires, la reina del plata, como algo soñado, por lo que uno veía, un país tan grande y tan lindo por cierto, con todo tipo de gente, había una imagen muy linda, a través de sus películas, todo era casi perfecto, era para ilusionarse, las cosas suceden así.

Y llegó el día de la gran propuesta, que cambiaría para siempre mi existir, no fue para nada fácil, escuchar y tampoco para quién me lo propuso, porque entiendo que es algo muy profundo y personal, lo pensé unos días y acepté, me pagaban el viaje y la estadía sería, en la casa de mi primo Luís, mejor dicho, en un departamento. La despedida fue muy dura para mi  y todo mi entorno, mi novia, mis amigos, familiares allegados, mi hermana, mis padres, muy triste y a la ves, con esperanza, muchas ilusiones, porque era algo nuevo y viajar en aquel momento, por Aliscafos, la despedida de mi madre, apoyada en el portón llorando, mi padre me acompañó hasta Colonia capital del depto. Y un amigo en la música, el negro Bentancour un bajista fenomenal, día 8 de octubre, un fuerte abrazo de mi padre y de mi amigo, con lágrimas de cariño, de buenos deseos, de tristeza, injusticia por el desarraigo, porque, por mas que sea aquí nomás, no es tu lugar de nacimiento y cuesta mucho el diario vivir.

Una hora, tardó el viaje en cruzar el rió de la plata, el mas ancho del mundo, me sentí tan rioplatense como jamás lo imaginé y eso perdura por siempre  en mí. Llegar a Buenos Aires, algo fantástico, estaba esperándome, mi primo Luís, que alegría, porque el siempre fue para mi un ejemplo, en muchas cosas, toda su familia en si y además un tipo muy especial, inteligente, con su fuerte en la electrónica y con sus 35 años, había logrado tener, con su trabajo de técnico en televisión, comprarse un dpto. Nada más y nada menos, que en Vicente López, Florida.

Esa zona, era y es de un nivel muy bueno, en todo aspecto, a metros de la avenida Maipú, calle  Bardi 7tmo piso depto D, esquina Maipú, una sociedad por aquel entonces, muy bien educada, bajar  de aliscafos y pisar suelo argentino, fue muy emotivo, mas cuando te dan un fuerte abrazo de bienvenida y ese clásico: ¡ Maritoooo! Y lógicamente todo mi asombro al ver semejante ciudad, tantos edificios, cuanta gente, realmente algo impactante.

Caminamos hasta el tren gral. Belgrano y viajamos hasta la estación Aristóbulo del Valle, Puente Saavedra partido de Vicente López, este chuiquilín o botija, el marito como me decía Luís y todos mis allegados, no dejaba de sorprenderme de todo, eran tiempos duros, había un gobierno democrático, pero algo se rumoreaba, a mi corta edad, solo venía a labrarme un futuro mejor  o al menos intentarlo y entonces fue así, que charlando de todo un poco, caminamos 7 cuadras hasta el dpto. y fue realmente muy emocionante, encontrarme con Iris, la sñra. de mi primo, el Ale, que tenía mucho pegote conmigo, aunque estaba mas grande, 8 años, un chico espectacular y luego el mas chuiquitín, Andrés, que con apenas 4 años, no lo conocía y cuando  salí del ascensor, me estaban esperando, fue una alegría total y otra vez, ¡maritoooo! fue lo que mas se sintió, pero este chuiquitín, me sorprendió, con su carita bien de los Camachos, de atorrante en el buen sentido, claro está, me recibe con un gesto, bien de mi tío Polo, me mira  y me dice:
que haces” todo cancherito, como un adulto, algo muy divertido, luego entrar al dpto. para mi todo nuevo y diferente, alfombrado, un lujo todo, súper brillante y ordenado porque mi prima Iris, tenía esa manía de limpiar, todo el tiempo. Me costó mucho entender esa manera, pero lo pude lograr, además se portaron para conmigo 10 puntos, no tengo quejas.
Mis primeros días en Buenos Aires, fueron fantásticos, siempre asombrado por todo lo que veía, mi primo Luís, me llevó un poco a conocer esta gran ciudad, una de las mas bellas del mundo, junto a mi cerca y lejana Montevideo. Fue así, que una mañana salimos, el era service de TV .Recorrimos un montón de lugares, entre casas y depts. Por la zona de Belgrano y de Palermo, en una curva, en Plaza Italia, mi primo baja primero, medio apurado, hice lo mismo, pero me caí, en medio de la calle, con un tester de el, que voló, como 20mtrs, que riza y que susto, porque los coches me esquivaron ahí nomás, ese fue mi comienzo, me bajé del colectivo en movimiento, con el pié contrario…que papanata verdad?

Aprendí una lección, me sirvió de mucho claro está, luego pasaban los días y quería trabajar, conseguí en una tornería, duré un día, porque mis documentos eran de turista, no podía ejercer tareas asalariadas, que garrón, no sabía nada de eso y no podía estar mas de tres meses, pero conseguí para limpiar piletas de natación, en la zona , obviamente de buen nivel económico, Olivos, San Isidro, La Lucila y todos esos lugares de casas tan lindas. Guillermo, el que me contrató y me enseñó ese tan digno laburo me llevaba en su Renault 12, color verde claro y me traía, es decir, me dejaba en la casa de su cliente, pasaba en media hora mas o menos y me llevaba a otra casa y así todos los días, solo de 8 de la mañana hasta las 13 hrs. Era una changa, pero en mi situación de los documentos, no podía pretender mucho y este muchacho, se portó conmigo de una manera fenomenal.

Me pagaba por semana y muy bien, me compré ropa, le llevé algo a mis padres, guardé para
mi pasaje de regreso y luego para hacer mis documentos legales como corresponde. En esos
tres meses que estuve probando, si me gustaba Buenos Aires, conocí una gran familia, la de don Antonio Maximino y doña Teresa, el un hombre trabajador, honesto, taxista de profesión y como todo tano, de un buen comer,  defensor de la familia y de las buenas costumbres, ella, la doña de un carácter fuerte y dominante, buena cocinera, excelente consejera y de un espíritu combativo total. Eran los suegros de mi primo Luís y que el, tenía en el fondo de la casa, ahí en Florida, calle quemes al 2200, una casita linda, amplia, de puertas altas, el taller, estaba al lado de una habitación, tipo de huéspedes, con una cama, un guardarropas, amplio y fue donde lo pasé casi un mes, dormía y compartí en familia, cosas muy lindas con ellos.

Tengo un grato recuerdo, porque me trataron muy bien, y Marito? preguntaban cuando no me veían, porque a veces me quedaba en mi habitación, con mi guitarra fiel compañera y escribiendo algo, una manera de desahogarme, cuando extrañaba esas cosas de mi barrio, allí nomás en mi pueblo natal, acá era todo mas gigantesco y desarrollado, se trabajaba mucho en esos tiempos y yo, un pibe con muchos sueños y proyectos, me gustaba salir a caminar y conocer  que educación, me sentía uno mas, la gente muy servicial, así fue llegando fin de año y volví  a mi pueblo, a pasar las fiestas, compré regalitos para todos, que alegría  el volver…!

Siempre  volver a casa, tiene su gran alto grado de emotividad, no es para menos, mas en mi  caso, que soy una persona recensible, mi perro: el Pipi, saltaba de alegría, aunque noté, que los años se le habían venido encima, fuimos muy amigos desde mis 7 años, un gran perro, como lo dije anteriormente, en paginas anteriores. Me costó mucho desprenderme de mi guitarra eléctrica, que se la vendí, en 2000 pesos uruguayos, a un novio de mi hermana, este muchacho tenía una banda, tocaba y cantaba. Ese dinero, que por aquel entonces era un poco importante.
Y se lo dejé a mis padres, como una ayuda económica, mi paisito por aquel entonces, estaba muy mal, en lo laboral, muy cuesta arriba se hacía todo, eso aseguró más mi vuelta a Buenos Aires, nada me detuvo, me costó muchísimo arrancar otra vez, estuve en mi pueblo 2 meses, pero me vine, con la idea de radicarme como corresponde, para poder trabajar tranquilo.

Así fue que volví, nuevamente de mi primo Luís y me encontré, con algunos cambios, el no podía, tenerme mas, en el depto. De la calle Bardi y fue así, que me llevó, con un compañero
de mi tío Polo, un hombre macanudo, don Ruiz, me ofreció su hospitalidad, hasta tanto consiguiera trabajo y me hiciera de unos pesos. Muchas veces tuve que ir a migraciones, hasta que me dieron una radicación temporaria, por un año y podía de esa forma ejercer tareas asalariadas, las cosa fueron cambiando de a poco, conseguí un trabajo de vendedor, a domicilio, consistía en vender productos, para el gremio gastronómico, por ejemplo: balancitas y cortadoras de fiambre, me mandaban a vender mas que nada, en las villas de emergencias como la gran villa de melo, en Vicente López, lo increíble fue, ver como es ese mundo tan especial, en mi paisito lo llamamos “cantegriles”a estos lugares.

No fui con miedo nunca, pude hacer algunas ventas importantes, yo tan solo andaba con folletos en una carpeta y una vez confirmada la venta, pasaba el proveedor y le entregaba el producto, mi comisión era de un 15% del total de lo vendido, algo me servía, tuve que empezar a vivir, en una pensión en Florida, por la calle Alsina, al 2000, un lugar lindo, claro está y me caminaba todo, rescato mucho, que la gente donde visité en las villas, importantes por su población, vi y conocí gente buena y linda, también habría vagos. En aquel tiempo, no se notaba, había trabajo, estando en la pensión, un hermano del negro Bentancour, mi amigo, me preguntó si lo podía traer a Buenos Aires, si claro, que alegría, una buena compañía, además este flaco, era un gran técnico en Campomar.

Trabajaba como toma tiempos, con su cronómetro y la crisis estalló mal, este pibe que le decíamos “el chester”2 o 3 años mas  grande que yo, rebueno y muy sano, lo pasamos bien, pero con muchos tropiezos, porque no teníamos un mango y el era muy inútil, en cuanto a los quehaceres de la casa, los cotidianos, lavar la ropa, cocinar, había que apechugarla y no fue nada fácil, pasamos días sin comer, eso si, algunas bananas comíamos, había que pagar la pieza de la pensión, la compartíamos con otro muchacho, que si tenía un mejor laburo y nosotros buscábamos por todos lados, siempre con buena onda  y optimismo.

Caminar por Florida buscando empleo, no fue difícil, pero había que encontrar algo potable
me pasé por Villa Martelli, esa localidad tan linda y llegué a las puertas de Ima Cintas
calle las heras, al 3800, había un cartelito “se nesecita operario”, toco timbre y me hacen pasar directo al jefe de personal, un tipazo, me toma todos los datos, muy amablemente, le expliqué mi condición de inmigrante, vecino de Uruguay, pero con radicación, ningún problema, tantos como vos hicieron a este un gran País, me dio la mano, le gustó mi diploma, me vio algo preparado y me dijo: empezás el lunes, si el médico así lo confirma.

Me hicieron la revisación correspondiente y aprobé mi examen gracias a Dios. Listo para una nueva etapa, cuanta expectativa, que alegría porque era un paso adelante, en esa empresa, se hacían todo tipo de aislantes, cinta aisladora, espaguetis de todas las medidas, para motores y cableados en general. Pero pertenecía al gremio textil, era una contra porque pagaban menos que los metalúrgicos, pero bueno, le metí igual para adelante y pude cambiar de pensión encontré por intuición, en la calle Santa Rosa 4030, que copado, cerca del trabajo, unas 8 cuadras, la dueña de la pensión, le decían: Puchi, muy macanuda, me trataron muy bien, con la quincena, pagaba mi habitación y la comida del almuerzo, ese era el arreglo, me la rebusqué bastante bien, mi amigo el Chester, consiguió trabajo en una firma importante llamada Productex, muy copada, en la localidad de Munro, ahí nos separamos porque el trajo a sus padres y hermanos mas chicos, el papá, Elbio, un tipazo, su mamá también, se pusieron a fabricar cañas de pescar, en fibra de vidrio, toda una novedad, como el era carpintero, lo hacía mas que bien y les fue mas o menos, porque puchereaban, pero dignamente.

No pasó  mucho tiempo, creo que 10 años y se fueron a Brasil, no así el Chester, que se quedó en Bs.As. en cuanto  a mí, yo era muy ingenuo, pero no tonto, un día en la fábrica, me hicieron gancho con una chica de Tucumán y bueno, las cosas de la vida…al tiempo me terminé casando reconozco, no haber hecho lo que se debía, conocer mas, estar seguro, cometí muchas cosas imprudentes, conocí a un gran tipo, que era el novio de la hermana de mi prometida, Alfredo Ongaro, hijo de Raimundo Ongaro, dirigente gremial, de los gráficos, éramos muy chicos, muy jóvenes para entender ciertas cosas, a mi no me gustaba meterme en temas políticos, pero si veía y escuchaba.

Un día de esos, decidí cambiar de trabajo, pasarme al gremio metalúrgico, salí
a caminar por la calle Laprida, en Villa Martelli y conseguí en una pequeña fábrica linda
“Electromecánica del Ascensor” que bueno! me tomaron al toque, me sentí muy bien, ganaba un poco mas y era algo relacionado, a lo que había estudiado, aprendí muchas cosas, es decir pude practicar y experimentar tareas nuevas, conocí gente nueva y muy buena, una mañana del año 75, se escuchaba, en mi lugar de trabajo, radio Rivadavia, el programa preferido de mi madre, (Rapidísimo) que coincidencia no?, conducido por un grande:
Héctor Larrea, en esa fábrica, era todo, muy familiar y de pronto, en el informativo dicen: acaban de encontrar asesinado al hijo de Raimundo Ongaro, Alfredo…que horror! me sentí muy mal, no lo podía creer, fue escalofriante el velatorio, algo que me marcó, se sabía quien lo había hecho pero, no estaban las pruebas y el padre, dijo agarrando el cuerpo entre sus brazos: estas 10 balas que le pegaron a mi hijo, eran para mi, el estaba detenido, no se por que causa y lo dejaron venir, en esta circunstancia, creo firmemente que nadie quedó sin llorar, cuando este hombre habló, incluidos los policías, algo lamentable…la vida tiene estas cosas, que no se explican por qué, tanto odio y rencor, cuando la Paz y el Amor son el camino.

Y así llegó el momento, de conocer a los familiares de mi prometida, el padre: don Zoilo, fue
Juntamente, con algunos hermanos, el que mejor me trató, un día, la mamá de ella: doña
Tránsito, me propone vivir ahí, es decir, en vez de pagar pensión, dormía con uno de los hermanos: Hugo, un poco mas grande que yo y de rebuenaonda, me pareció correcta esa propuesta y acepté. Fue un cambio mejor, estaba en familia, pero como siempre, ocurrieron
algunas trabas un tanto comprensibles y otro tanto inexplicables, la mamá de ella, no me
aceptaba mucho, tampoco una hija:
Angélica, que un día de esos, pide una reunión, para hablar conmigo y su hermana claro está, delante de los padres y me hace un  planteo, insólito totalmente descalificador, me discriminó al punto de decir, que ella, quería algo mejor, para su hermana. Su padre puso el freno, la hizo callar y me dijo: no te preocupes, no sabe lo que dice, acá mando yo y vos me caes bien, te doy la bienvenida, esta es tu casa, mucha suerte en la relación con mi hija, eso si, te pido mucho respeto, igual que yo hacia vos y a todos tus allegados directos. El clima no fue el mejor, tuve dudas, pero seguí adelante, pasó mi casamiento, hubo muchas trabas y dificultades, hasta que llegó Pablo, mi hijo mayor (el mono) ¡que alegría! nada mas y nada menos que un hijo varón, un 25 de agosto, fiesta patria de mi Paisito, que coincidencia…
Mi  suegra, no lo pudo conocer, había fallecido un tiempo antes,   justamente cuando entre ella y yo, había una mejor relación, con buena onda y fue todo un garrón, tenía nada más que 67 años. Al año y 8 meses, nació Sebastián (el Sebas) 13 de mayo día de la virgen de Fátima, otra gran alegría, como padre, si algo destacado hice en mi vida es ser un buen padre, me brindé en un todo, para con ellos, con amor, comprensión, educarlos con límites, con respeto y retarlos haciéndoles ver, su error, con algunas penitencias, que me dolían mas que a ellos, nunca se lo demostré y estar en los momentos difíciles de la vida, tener los abuelos paternos lejos, no fue y no es tarea fácil, genera gastos y mucha demanda de tiempo son las cosas duras, que produce el desarraigo, es así, hay que vivirlo para entenderlo…

Un día de vacaciones, Pablo era chiquito, fui a pescar con mi amigo José Luís, a la famosa
escollera de Juan Lacaze, mas precisamente en el puerto. No había pique, semejante río no?
costaba entender, pero de pronto, una de las cañas y no la del reel, sino en la de mi mojarrero,
se empezó a hundir en el agua, que no estaba para nada mansa, empiezo a tirar del nylon o
tanza, veo ante mi sorpresa, que venía algo pesado, pude ver su lomo, era un dorado, lo dejé
acercarse un poco y lo saqué a mano, cuidando de que no me fuera a morder. Pesaba 3kgs. y
medio, mi mamá lo hizo en dos bandejas al horno, exquisito, pero lo increíble fue, que nadie
nos creyó de cómo lo habíamos pescado, porque nos reíamos y mucho…

Trabajaba en la fábrica, de 6 hs a 15 hs y luego tenía una changuita, o mejor dicho un trabajo extra a partir de ese horario, mi primo Luís, me había presentado como “antenista” ante el jefe de televisión, de la marca Admiral, un capitán de navío, de apellido Carro, tan solo me pidió que hiciera bien las instalaciones, que no cometiera ninguna imprudencia, porque el nivel de gente, era de una muy buena posición económica y así conocí grandes personalidades algunos me reservo el comentario, otros y por suerte la mayoría, gente linda y afectiva, que no me discriminaron para nada, al contrario, siempre recibí halagos para mi paisito Uruguay y uno me recomendaba a otro. Que época tan linda, al menos en lo laboral, claro siempre había algún hecho amargo, por ejemplo, un 24 de Diciembre, estando en la recepción de  Admiral, alguien me dice: que sos vos de Luís Camacho? Le digo, el primo, me mira y me dice: lo siento mucho, acaban de llamar de Brasil, desde la localidad de Belén, con la mala noticia del fallecimiento, de mi prima Nora, con apenas 33 años, un verdadero golpe al corazón, muy duro para mi, que Dios la tenga en su gloria…

También fue muy triste, llegara casa, donde vivíamos con don Zoilo, siendo noche buena, se juntaban todos los familiares hice de mozo, como de costumbre, también ayudé en el asado que era muy abundante, casi nadie se solidarizó conmigo en ese momento tan triste, no guardo ningún rencor, solo que me dolió y mal, tan desagradable grado de incomprensión. Pronto llegó el mundial 78, que expectativa, una cosa realmente fantástica, pero: había un poder militar, al mando del país y pasaban cosas desagradables, yo estaba en otra, mi laburo, las antenas y mi vida. Algo anecdótico, me tocó vivir, el día que le instalé un sistema de antena para dos TV. a un alto militar en cuanto a su cargo, manejaba el fútbol y era el jefe del estado mayor conjunto, me trató muy bien y me preguntó, por qué no iba a ver a la selección Argentina, le contesté que no podía, porque tenía otras prioridades y que no me alcanzaba el dinero que ganaba…

Este hombre, me miró serio y me dijo: también, si empezás a laburar a la 4 de la tarde, así
nunca vas a poder, con cierto tonito despectivo, no me la aguanté y como todo pibe, pero
apenas mayor de 21 años, casado y con un hijo, Pablo, “el mono” que tenía
casi un añito, le contesté: disculpe, me levanto, 4 y media de la mañana, vivo en Villa de
Mayo, tomo el tren a las 5 hs, cuando anda bien, viajo mal, hasta la estación Padilla, en
Vicente López, camino 13 cuadras, hasta mi trabajo, que entro a las 6 hs, hasta las 15 hs y
luego, con mi valija de herramientas y los materiales, me vine hasta su depto en Belgrano
termino mas o menos, tipo 19 hs y pego la vuelta a mi casa, donde llego tipo 20hs más o
menos, se quedó estático y dijo:
bueno, bueno, las cosas son así, pero quedó muy sorprendido,
siendo el un máximo exponente, del actual gobierno dictatorial, me pudo haber ido muy mal, pero me entendió y creo me escuchó de verdad, porque si en algo me destaco, es en mi gran poder de intuición, algo muy psicológico que nació en mi, o que Dios me dio, lo sentí en la forma en que me habló, muy atento, respetuoso, me deseó lo mejor y para todo mi entorno, me pagó, con una buena propina, un fuerte apretón de manos y me dijo: gracias por tu buena tarea, te voy a recomendar, así fue, no mintió, hice muchos trabajos, por recomendación de el.

Así lo decían los clientes, cuando llamaban al teléfono de doña Teresa, donde ella gentilmente tomaba los mensajes, que estaba en mi tarjetita personal, salí de ese edificio, de este militar con aire puro y con la sensación de haber defendido, mi situación con altura y dignidad.
Argentina gana ese mundial, hubo mucha alegría, en mucha gente, una gran fiesta, para
otros en cambio, fueron épocas muy duras e inexplicables, sin ninguna clase de lógica,
lo mismo pasaba en ni paisito, muy triste, en casi toda América, solo Dios sabrá por que…
Tuve muchas mudanzas, algo feo, pero se daban así las situaciones del diario vivir, pude
comprar una cabaña, la pusimos en el fondo de don Zoilo, a pedido de el inclusive, pensé
que era una manera de ayudar, a un hombre mayor, que estaba solo y con mi perro “el flecha” un ovejero, no puro de raza, pero muy bueno y guardián como el solo.

El gatito “mingo” que apenas lo vio el flecha, lo agarró mal, casi lo parte al medio, lo salvamos, pero le quedó la cola colgando, casi cortada, hasta que don Zoilo, la termino de cortar, le hizo un nudito, lo lavo con querosene y listo, creció sano y fuerte, con el tiempo, no
muy lejano, se hicieron amigos inseparables con el flecha. Mi cuñada Carmen, la más chica
se casó, con un gran amigo, Oscar Bianchi, con el teníamos el equipo de fútbol, Danubio
no elegí yo ese nombre, sino otro crack del equipo, “el lagarto” que nmero 10, un maestro y Oscar, un nmro 5 increíble, otro maestro, buen jugador de calidad, a nivel primera división,
lástima que no tuvo esa suerte de otros y yo de arquero, tarea difícil pero me hacía mucho bien en lo personal, porque en lo afectivo, debo reconocer, que no estaba nada bien, nadie lo supo siempre respeté mi hogar, cumplí mi rol como padre y ser un buen compañero.

En el año 84, otro duro golpe a mi vida, 24 de diciembre y un telegrama de mi trabajo,
Suspendido 30 días, por fuerza mayor, se notaba, había cada vez menos trabajo, el plan de
Martínez de hoz, fue muy nefasto, claro por orden de los del norte, como siempre invadiendo
a los pueblos y poder manejarlos a su manera, en el 83 llegó la democracia, con Alfonsín, pero a mi el año siguiente, me tocó esa mala noticia, no lo sentí tanto, porque me aboqué mucho  a las antenas y me fue relativamente bien, nada faltó en casa, al menos en lo mas imprescindible, pasó el mes de suspensión y me llegó el telegrama de despido, otro duro golpe, mis hijos chiquitos, siempre trabajé y mucho, con las antenas y algunos cursos de capacitación que  había hecho, en electricidad, transistores, algo en comunicaciones, me sirvieron de mucho, pude hacerle frente a todo. Hasta entré durante 8 meses en otra pequeña fábrica, de termocuplas y válvulas de seguridad, en gas natural y envasado, en lo de Salvador Barbagallo, que tipo genial, un tano re bueno, guardo gratos recuerdos, pero pagaban poco y me fui a un laburito en la calle, con mi amigo, el rulo De León, un tipazo, conmigo fue macanudo.

También su señora Susana, una gran persona, lo mismo que sus hijos, hicimos una linda
amistad, que con el tiempo y a pesar de la distancia, siempre tenemos encuentros afectuosos,
ellos con el tiempo, pudieron volver al paisito, esa es la diferencia, cuando uno viene en pareja, o casado como se estilaba por ese entonces, no tan lejano. Con rulo, estuve haciendo ventas de entradas, para eventos, en el club comunicaciones y no pude tener éxito, solo puchereaba y nada mas, por ese motivo, me busqué otro tema, así fue que encontré, en Granalladora  Americana, una empresa radicada en la localidad de Florida, en Vicente López, entré como ayudante de electricista, en la parte de mantenimiento, una tarea muy agradable. Tuve la gran experiencia, de trabajar con 13.200 volts, algo de mucho cuidado, con un jefe superior de muy mal carácter, llamado Enzo, hoy no está entre nosotros, pero un genio en lo suyo y aprendí mucho con el, ahí trabajé 3 años, hasta que por fuerza mayor, volví a quedar sin empleo, igual mucho no me afectó, porque se ganaba poco.

Al poco tiempo empecé más de lleno, en el tema de comunicaciones y telefonía  con antenas de radio, VHF, instalación de alarmas domiciliarias y tuve grandes posibilidades porque es un lindo campo de acción, muy interesante, era un negocio llamado Radioonda, había por ese entonces, una inflación terrible, el gobierno de Alfonsín, un hombre maravilloso, en cuanto a su persona, no podía manejar dicha situación, le ponían muchos palos en la rueda y así fue que entregó el poder antes de finalizar su mandato, nada más y nada menos que a Carlos Menem, un presidente electo, donde se habían creado muchas expectativas, esperanzas y en el 89 asume, para algunos fue un buen gobierno y para la mayoría, no fue así.

Siempre digo que en este gran país, tan lindo como Argentina, formada por inmigrantes, de todo tipo, la mayoría buena gente, con aciertos, con errores, pero todos luchadores y trabajadores, en los cuales me incluyo, me cuesta entender, que la clase dirigente, que gobierna el país, siendo hijos de inmigrantes buenos, o nietos, no pueda haber acuerdos, entendimientos, para beneficio de todos en general y los aborígenes tan sufridos, no puedan tener una mejor situación, con mejores recursos, mayor cantidad de beneficios sin ninguna discriminación, esas cosas, me duelen mucho, porque afecta nuestra cultura, nuestro ser, nuestro diario vivir…

Debo reconocer, que mi cultura de Amor y Paz está intacta, a Dios gracias, siempre inspirado
en un grande como lo fue Jhonn Lennon y su gran tema: Imagínate, que bueno verdad?
bueno sería empezar a vivir un mundo mejor… no pierdo las esperanzas, porque soy creyente
nuevo apostólico, con el Padre celestial por sobre todas las cosas y el nos va a salvar, algún
día, o quizás muy pronto, es la fuerza de mi fe interior. Conectando equipos de radio
comunicaciones, aprendí cosas nuevas, conocí mucha gente y también desarrollé la parte
de telefonía, donde pude instalar muchas centralitas, telefónicas, también algunas alarmas,
un trabajo donde no me faltó, el pan de cada día, hasta que un día lamentable, me robaron
las herramientas y perdí muchas cosas de gran valor compradas con sacrificio, fue muy duro
empezar de nuevo, el negocio de comunicaciones, se vino abajo, por mala administración
y cerró. Pero  a comienzos del 94 tuve una propuesta de parte de un buen tipo, que a pesar
de que no coincido en muchos aspectos con el, lo aprecio y mucho:
Fabián Péndola, empecé
como empleado en el mostrador, en un negocio en José C, Paz y largué todo lo otro, recuperé
de a poco, mis herramientas, es decir, me las fui comprando, gracias a que me dieron mucha
facilidad para poder pagarlas. En este negocio llamado “Péndola Herramientas” teníamos
de todo un poco, el dueño era Fabián y me aboqué de lleno a este tan lindo trabajo, así fue
como de a poco, me fui metiendo en el mundo de las herramientas, me llevaba todo el día
de 8hs a 20hs, a veces, volvía a casa al medio día, pero no me convenía, le busqué la vuelta
y en esas dos horas libres, empecé el gimnasio, a hacer de todo un poco y me hizo mucho bien
iba día por medio, durante un año y medio, en el club El Porvenir, muy de buena onda,
pero en mi matrimonio, todo se derrumbaba y mal, no había amor y yo abnegado de obsesión seguía para adelante, sin ser feliz, solo el amor de mis hijos y lo lindo que fue crecer junto a ellos, formarme como padre y así llegó el día que nos quedamos los tres solos, salimos adelante y bien, sin rencores, pero con marcas, mas que nada en mi hijo mayor, que le a costado y mucho digerir, dicha situación, mi hijo mas chico fue muy compinche…Creo firmemente que es lo que uno ha sembrado, aunque reconozco haber hecho no cosas del todo bien.

Se que siempre fui de frente, no le tuve miedo a nada, si a un poco en ciertas falencias
en la salud, que a todos nos afecta, a unos mas y a otros menos. Por eso mi lucha constante
para estar lo mejor posible, con alternativas naturales que nos brinda la madre Naturaleza
en lo personal, he logrado muchos beneficios y lo transmito siempre, una dieta sana con
equilibrio, en los alimentos, con un poco de ejercicios y caminar mucho, ayuda un montón
en todo y a todos, es una cuestión de actitud. Porque creo firmemente que todo en la vida
es una cuestión de actitud. Un fin de año, lo pasamos los tres solos, tocando la guitarra.

Pablo en batería, Sebas en su bajo, tocamos de todo, lo pasamos relindo y mas cuando un  amigo y vecino: Daniel con su señora Alicia, sus hijos remacanudos, Eduardo y Valeria, nos invitan a pasarlo con ellos, que bueno, que alegría, ahí me llevé la guitarra criolla y la sobremesa fue inolvidable. Empecé a transitar por el camino, de recomponer mi vida, mis hijos no querían que me quedase solo, tenían razón, la vida continúa y siempre hay un lugarcito para empezar de nuevo, no fue fácil, tuve muchos tropiezos, experiencias nuevas, pero no lo que en mi interior necesitaba, mi guitarra, Romántica, me la quitó alguien, que no aceptó mi forma de terminar una relación, que me estaba haciendo daño, sin querer, pude salir a tiempo, a Dios gracias, después otra que era medio policía, me atormentó, no me la podía sacar de encima, pero todo por mi culpa, porque le había dado mucho lugar y confianza creo que es la forma de aprender a vivir y a entender la vida. Pude al poco tiempo, comprarme mi guitarra
actual que lleva el nombre de Princesa y además es muy linda.

Hay otras personas, con sus dramas, sus historias sufridas, sus grandes penas y alegrías, porque  somos así los seres vivos. Destaco también, la enorme calidad humana de don Ricardo Péndola, muy bueno para  conmigo, lo mismo los hijos de Fabián y su respetable señora, Gabriela Apud, solo les agradezco su comprensión y su honestidad.

Fue entonces, que un día de otoño, más precisamente el día de la virgen de Fátima,
13 de Mayo, entró a mi lugar de trabajo, 18hs y 40mnts, una mujer joven, castaña
algunos años menos que yo, cosa que si lo llevas bien, no importa y a veces es mejor,
se presentó a ofrecer unos productos, talonarios, llaveros, es decir, una promotora y
vendedora de una imprenta, un trabajo a comisión, de acuerdo a lo que vendiese, entró
al local, con el clásico: ¡hola que tal!
Y me sorprendí, estaba justo preparando unos
mates, la escuché y de frente le dije que me había impactado su presencia, charlamos
un montón, medio no le gustó, que le dijese lo que me había parecido, pero le aclaré,
con mucho respeto, que yo no era, un hombre que me gustase hacer bromas pesadas,
o aprovechar el momento, al ver a una mujer sola y siendo tan bonita, le ofrecí ser
Amigos, le mostré fotos de mis hijos, justo ese día, cumplía años mi hijo Sebastián, sus  apenas 20 años, entonces aceptó unos mates, charlamos un montón, cerré mucho mas tarde el local  de Péndola Herramientas, a media cuadra de la estación de José C. Paz, quedó en volver otro día, cuando tuviera ganas y si, fue así que a los pocos días volvió,  nos hicimos  amigos.

Ella tenía un presente muy complicado, con sus hijos, mas que nada, Laura de 9 años y                                                   Fernando  de 4 añitos, pasaron unos meses y me presentó a su padre, un tipazo: don Víctor,
pero con un carácter duro y que le caí, según el muy bien. Para su opinión sabia, era yo el
eslabón que le faltaba a su hija, no me resultó nada fácil llegar a el, ser su amigo, hasta que un día me lo propuso, teníamos grandes charlas, eso si, me pidió respeto y buena onda
para con su hija y los demás que vivieran en su casa…
Fueron circunstancias un tanto
complicadas, pero tuve mucha fe, de que todo marcharía por el buen camino.
También por una mala enfermedad, pierde a su mejor hermano, se llamaba José Luís
un tipo de muy buena onda, Policía de profesión y de la federal, no tuve el gusto
de conocerlo, pero me contaron, que habríamos podido ser buenos amigos.
Tan solo tenía 42 años y sin conocerme, alentaba a su hermana en nuestra relación.
Dejó una familia muy copada y con buena onda, es decir su señora y sus 3 hijos.

Que coincidencia, hoy en nuestro presente y lamentablemente, estamos cuidando con
la mejor manera posible a otro hermano, Carlos, de una mala enfermedad, para poder
revertir dicha situación, mientras hay vida hay esperanzas, eso lo dirá el tiempo.
Su hermana Carina, pudo haber sido buena amiga, pero tiene sus cosas, tres hijitos
entre ellos Luciana, que es un amor y nuestra ahijada, así es el camino que elegimos.

Norma y yo nos habíamos distanciado un poco, pero manteníamos una linda relación hasta que, llegó el día de decidir que hacer y le propuse lo mejor, convivir y formar una pareja, vivir como tal, fue muy lindo todo ese tiempo, a pesar de los contratiempos y trabas que tuvimos. Mi plan de vivir, creo era correcto, mi habitación en Villa de Mayo, estaba muy cómoda, compartir con mi hijo Pablo, las demás cosas de la casa y manteniendo un respeto por todo, Sebas, mi otro hijo, se estaba por ir a vivir en pareja, eran sus planes, cosa que apoyé y mucho. La convivencia, aún siendo lo mas fina posible, es lo que me pareció, no resultó mucho, me equivoqué, a lo primero todo bien, vivíamos como nómades, en los dos lados, Vivi, la novia de Sebas, una gran chica, quedó embarazada, ¡que inmensa alegría! un nietito, se siente algo mágico, e inexplicable y así fue que al tiempo nació Nahuel, primero de enero del 2001.

Norma quedó embarazada, unos meses antes y estando de 5 meses, tuve un planteo
por parte de la madre, de mis hijos: que yo ahí no me podía quedar, con una mujer
generando toda una gran incomodidad y un momento desagradable, considerando
también, que ella estaba muy bien con su pareja, tuve que aceptar, por no discutir
con mis hijos, es decir por no estar mal con ellos por mi culpa, además la casa no
era mía y no me gustan los conflictos. No me quedó otra que hablar con el padre
de Norma, hablamos y me aceptó en su casa, convivir con respeto, fue muy duro el
cambio, extrañe horrores, pero un 30 de Mayo nació Florencia y me devolvió las
ganas de hacerle frente a todo, reconozco, que perdí y mucho, yo estaba muy arraigado en mi casa, me tuve que ir dejando muchas cosas, que aun hoy no tengo, jamás podré entender por qué me sucedió, pero ocurrió.

Creo firmemente que todo tiene un por qué, mi suegro Víctor, me contó muchas intimidades de su vida, cosas de el, nada fácil por cierto, pero el tenía en ese momento, un gran enemigo: la bebida, el alcohol para que quede mas claro, le jugaba todo en su contra y mal. Florencia era chiquita cuando me reveló, lo que le estaba pasando, con dos ganglios cerca del cuello, lo estaban haciendo sufrir y mucho, porque el sabía lo que podría ser, no quería ir al médico, hasta que no pudo mas y me tocó a mi llevarlo, para que lo internaran, claro está, con orden médica, donde apenas lo vio, no dudó un instante.
Se hizo todo lo debidamente posible, esa enfermedad, era incurable y se quiso venir a su casa, fue todo muy triste, más para su hija Norma, o sea mi señora, ellos a pesar de todo, tenían buena onda, eran compinches en muchos aspectos de la vida, antes de irse a la otra “vida” nos habló muy bien y me dijo: quiero dejar en esta casa a un hombre, cuida a mi gorda (doña Lola) a mi nena y a tu nenita. Eso lo mantengo firme, es un documento, y soy de palabra, a pesar mío siempre hay quienes no lo entienden y eso hace muy difícil la convivencia, pero con la ayuda de Dios, la vamos llevando de la mejor manera posible, hasta que podamos revertir para bien dicha situación.

Quedamos con doña Lola y empezamos una nueva etapa, tampoco fue de lo mejor,
pero no había violencia ni malos tratos para con ella, generamos una buena onda,
con amor y  respeto. A los dos años después, ella se enferma y no quiso tratarse a
tiempo y me tocó nuevamente a mi, acompañar en los momentos muy duros, del fin,
fue muy buena conmigo, una gallega de origen, pero que las pasó y no tan bien…
¡Como le gustaban los alfajores! Era regolosa y divertida, hacía unas papas…!

Mi hijo Pablo, rompe una relación de mucho tiempo, con una chica muy buena, tuvo que viajar lejos y se terminó esa relación, son cosas personales de cada uno. Con el tiempo, no muy lejano, conoce a Samanta, una chica del barrio del abasto, capital federal, una zona que en épocas de las antenas de TV, conocí muy bien, como instalador y porque en Corrientes y Pueyrredón, compraba las antenas, empezó con ella una relación de convivencia, es decir, vivir en pareja, usando mis instalaciones y algunas de mis cosas, es algo que nunca lo podré entender, pero como expliqué anteriormente, me sucedió y que no hace un padre por su hijo, aunque no lo entiendan así, no me sentí correspondido, porque me tuve que ir contra mi propia voluntad, fue muy fuerte para mí, me marcó y mucho, pero después el tiempo cicatriza las heridas y el perdón es lo mejor, con la comprensión, porque pienso, que ellos también sufrieron mucho el desarraigo, éramos tan unidos, buenos amigos.

Y un 7 de Septiembre del 2004, otra gran alegría, nació Pedro, mi segundo nietito,
con algunas complicaciones pero todo bien, fue ahí donde empecé a conocer un poco mas a Samanta, es inteligente, instruida, capacitada, con un carácter un  tanto difícil, esa es mi apreciación, pero lo más importante, es que es buena persona. Prontito nomás, un 7 de Noviembre, del mismo año, nace Franco, espectacular, otro varoncito, para jugar a la pelota, tenemos unos lindos momentos cuando nos vemos, a mi personalmente, me gustan mucho los chicos, me meto en su mundo, los escucho y  me gusta jugar con ellos, lamento no estar un poco mas cerca, para disfrutar un poco mas, estoy muy a trasmano y cada uno tiene sus cosas y vaya si las tenemos.

Luego después de 3 años y pocos meses, un 30 de Enero del 2008, nace Tomás, un
hermanito para Pedro, otra gran alegría, todo bien por suerte, un cachetoncito hermoso, una personita mas para continuar, con mi apellido, que mi padrino, el
tío Carlitos o el bagre, como le decían, un gran músico, destacado en Saxo, que no pudo tener hijos varones, el ya no está entre nosotros, pero se que en algún lugar, de la vida eterna, debe de estar contento, para el era muy importante, la continuidad del apellido francés, porque somos así, descendientes de inmigrantes y yo como otros, coincidentemente, un inmigrante del Río de la Plata, pero no me siento extranjero, porque soy un ciudadano amigo de la gente buena y es por eso, que todo lo que formé y lo que tengo, es de acá, nacieron en este hermoso país llamado Argentina, tan lindo como mi paisito y será así por siempre, porque soy un hombre de dos orillas…

Cambiando el enfoque de mi tema, voy a expresar un mensaje o lo que veo en este momento, este presente del año 2009 y anoche 18 de noviembre, la celeste logró la clasificación para Sudáfrica 2010, el mundial de fútbol, es  una gran alegría, porque tengo un gran sentimiento futbolero, lo que quería decir, es lo que veo en estos últimos años en nuestro diario vivir, noto un gran deterioro en las instituciones, de toda índole, me afecta y mucho, porque tengo hijos, nietos, amigos, gente buena de todo tipo y uno aprende a querer, tenemos inquietudes, proyectos sanos y todos coincidimos, sin ser políticos, en lo mismo, queremos mejorar nuestra calidad de vida, en todo orden, de querernos un poco mas, ser mas sinceros, íntegros, preocupados y ocupados en la tarea de salir adelante,
con honradez, disciplina, respeto, Paz y mucho Amor.

Creo firmemente, podamos lograrlo, los que tienen el poder de gobernar, tendrán en sus mentes los mismos pensamientos, pero pienso, que no encuentran la forma de lograr ese gran cambio para mejor, tan anhelado por todos y también reconozco, todas las cosa buenas y positivas hechas, hasta ahora, solo falta la ayuda de Dios, es decir, un poco mas y salir de esta complicada realidad a nivel mundial, que nos toca vivir, en nuestro querido planeta Tierra. Necesita una mano, de hombres y mujeres, con mentalidad menos contaminante, por eso mi pensamiento, de mucho afecto, puede colaborar aunque sea un poquito, un granito de arena en esta bendita casa, que es de todos y es ahí, el gran mensaje mío: darnos cuenta de que somos todos iguales, solo tenemos aunque parezca mentira, aprender a convivir, con mucha paciencia, inteligencia, sabiduría, menos envidia, solo entender como somos, imperfectos pero buenos, unos mas que otros y creo, todos podemos, es todo una cuestión de actitud, de la buena actitud, buenas ondas y prosperidad para todos, con buena salud…

También destaco la gran inventiva, de la ciencia, en ginebra, donde con la máquina de colisionar, los electrones y protones, se podrán revertir muchas cosas a nivel tecnología nuclear, para beneficio de la salud y con bienes pacíficos.
Se que es muy amplio, este desarrollo, como lo es también todo lo que sea descubierto, habrá quienes no les guste, pero es el hoy, nuestro presente y futuro.

Y llegó el2010, el año del bicentenario argentino, que momento tan importante,
tan histórico y también el año del mundial de fútbol en Sudáfrica, momentos
muy emotivos, lamentablemente, la selección Argentina, con un gran equipo,
no pudo brillar lo tan esperado por todos y más aún, dirigido por el gran Diego.
Pero me lleno de orgullo y satisfacción, donde mis compatriotas, hayan tenido
una gran actuación, muy decorosa y con serias chancees de haber llegado a la
gran final, el mal arbitraje, así no lo quiso, pero hubo un gran premio y merecido,
para el cachavacha Diego Forlán, el balón de oro al mejor jugador del certamen,
que importante para los futboleros del Río de la Plata, en lo personal, es como
un premio, a las cosas simples, como dice el nano Serrat, en temas importantes
el candombe de mi paisito, se vistió de gala, en conjunto con la murga tradicional
Uruguaya, que siempre está vigente, todo pasa y todo queda…

El día 25 de Mayo, en plaza de Mayo y nada más y nada menos que en el Cabildo,
mi radio preferida en AM, transmitía desde ahí, el programa de Víctor Hugo, un
gran compatriota, Continental es así, entonces lo fuimos a ver, mi señora Norma,
Florencia mi hija y yo, cuando este buen hombre sale fuera del Cabildo, le pedí
un autógrafo, entre tanta gente que lo querían tocar y felicitar por su labor y gustosamente accedió a mi pedido, solo nos miró y dijo gracias a ustedes, por estar,
fue algo muy emotivo. También otro gran momento, es el habernos enterado del
embarazo de Laura, qué alegría! su mamá rechocha, lo mismo que Florencia y yo.

Compartir un viaje a Uruguay, invitado por el mono, tuvo su momento copado, viajar
precisamente, a Juan L. Lacaze, fuimos en su auto, compartimos un asado muy lindo y cruzamos por el puente de Fray Bentos, muy emotivo todo, el reencuentro, esos viejitos tan lindos, llenos de sentimiento noble, puro y sincero, me siento orgulloso de mi hijo, con sus errores y aciertos, pero me regaló un mes de Julio para no olvidar jamás…También tengo que destacar, el buen entendimiento de Sebas, siempre su mano solidaria para conmigo, lo mismo que Vivi su señora, una gran persona  que puedo decir, a todos los que quiero y me quieran bien:
Mil gracias por existir…

Soy Washington Mario Gougeón, el marito para muchos, el yorugua para otros
nací en Juan L. Lacaze-dpto de Colonia- Uruguay
Cursé primaria –secundaria en Escuela Técnica o de oficios U.T.U
En esta orilla, hice cursos de capacitación, en transistores, antenas de TV
Antenas de comunicaciones
Instalaciones eléctricas domiciliarias
Algún pequeño curso de ventas en una empresa importante
Curso de operador de PC
Jugué y juego al fútbol
Practico paleta pelota
Fútbol tenis
Bicicleta-me gusta jugar Ajedrez
Me encanta pescar, de hecho tengo un lindo equipito
Amo la naturaleza, toco la guitarra, compongo algunos temas y trato de
poner buena onda, en cada uno de mis actos

Mi música: The Beatles-Creedence-AC/DC-Santana-Rolling Stones-Elvis
Jimi Hendrix-Pink Floyd-Yes-Metálica-Bob Marley-
En lo clásico, destaco lo de Bach-Mozart-
Grandes voces femeninas: María Carey-Gal Costa-Shakira-Patricia Sosa-

El rock Nacional: Espineta-Lito Nebia-Calamaro-Fabiana Cantilo-Los Cafres
Viejas Locas-Los Redondos-Ratones Paranoicos-Auténticos Decadentes-La Renga
Los Pericos-Virus-Soda-entre otros y de mi paisito:
Jaime Ross-Rada-Drexler
Los Chakers…algo de los iracundos-Zitarroza- El Zabalero- Tabaré Cardozo
Murgas: Falta y resto-Araca la cana- Agarrate Catalina

Destaco un hecho muy lindo, que me ocurrió en Péndola Herramientas
de San Miguel, tener una charla musical, con un cliente y excelente guitarrista
Walter Giardino, líder de una banda regrosa, Rata Blanca.

En tango: El polaco Goyeneche-El varón Julio Sosa (otro yorugua) El negro
Rubén Juárez- Angelito Bargaz-  y la gata Adriana Varela
Son realmente un orgullo de todos, los que tenemos buenos gustos musicales.

En folclore: Los nocheros- La Sole- los clásicos de los Chalchaleros-

Me gustan mucho los grandes clásicos de Serrat, es muy bueno lo que hace.
Diego Torres-lo mismo que Vicentico- y en lo flamenco: A. Sáenz- es muy plural
mi estilo musical, hay otros mas pero puse lo mas básico.
Me gusta mucho leer, siempre trato de que sean lecturas instructivas

Escribir algo romántico me gusta mucho, siempre con sentido ético.
Me encanta todo lo espiritual y estudio mucho lo que es hierbas naturales
para beneficio de una mejor calidad de vida, tengo un gran sentimiento solidario

Como no podía ser de otra manera, fui Boy Scout y se es por siempre

Cosas que me quedaron por hacer, al menos por ahora:

1-Tener un programa de radio en FM, con buena música
y temas espirituales
2-Formar mi banda de música variada y
animar fiestas o tocar en pequeños bares importantes
3-Ser director técnico de un equipo de fútbol

Situaciones que aún hoy no encuentro el por qué, de su bloqueo frente a
mi iniciativa de querer progresar, ejemplo: cuando quise ponerme a fabricar
antenas de TV, el que iba a ser mi socio, se bloqueó y cambió de rubro y
triunfó con el gato Dumas en la cocina, un tema que me apasiona.

Quise dedicarme de lleno al tema de antenas y telefonía, me quedé sin empleo
y la inflación era terrible.
Proyecté la idea de poner una bicicletería y me pusieron muchos palos en
la rueda, siempre por falta de presupuesto y volví a quedar sin empleo.

Retomo en el tema de telefonía y antenas, medio por mi cuenta, me empiezo
a armar de a poco y con grandes posibilidades, por el tipo de clientes que
llegué a visitar, siempre de clase media alta, pero, me robaron todas
las herramientas, un verdadero garrón…

Y así me ocurrió a mí como a tantos, e conocido médicos muy buenos que
no pudieron soportar ciertos golpes y hoy son crotos abandonados, duermen
en la calle o donde sea y comen lo que vengan, muy triste verdad?
Tal vez  yo, en algo me equivoqué, seguro que sí, pero de lo que mas estoy
seguro, es que la envidia de algunas personas, me jugó muy en contra.

Que no me gusta:
La injusticia  La traición  y  La mentira…

Amo a mi familia, a mi perro, mi cardenal y pienso que en la vida todo es:
una cuestión de actitud…
Agosto del 2010